Planificar Melilla
¿Por qué hacer un plan estratégico? / ¿Cómo lo conseguiremos? / ¿Qué obtendremos, cuál será el resultado?
En Melilla creemos en un modelo de ciudad que responda a las necesidades colectivas mediante el diseño participado de nuestro futuro como ciudad. De esta forma, la ciudadanía podrá desarrollar todo su potencial y tener mayor calidad de vida.
La Planificación Estratégica de la ciudad implica que todos los agentes sociales inicien un proceso que comienza con la identificación de necesidades y problemas, de aspiraciones; continúa con la consideración e ideación de posibilidades, alternativas y soluciones; y finaliza con el trazado consensuado de una imagen de ciudad para el futuro.
Como resultado, el Plan Estratégico recogerá el diseño del mejor contexto social donde la ciudadanía melillense pueda desplegar sus capacidades y habilidades para vivir mejor y resolver sus problemas de manera satisfactoria.
Un Plan Estratégico se hace realidad a través de un documento que recoja las inquietudes de Melilla y la visión de futuro para la ciudad. Más allá, el Plan tiene una aspiración de transformación social, donde las personas tomen conciencia del poder de trabajar juntos y refuercen su idea de comunidad.
¿Sobre qué ámbitos trabajaremos en el plan?
El PECAM reflexionará sobre diferentes ámbitos de la organización social de Melilla, como son:
Contexto
Situación y tendencias económicas, demografía y mercado de trabajo, imagen y posición de Melilla en el contexto nacional e internacional.
Modelo de desarrollo económico y territorial
Sector primario, industria, comercio, turismo, logística y distribución, estructura empresarial, emprendimiento, tecnología e información, y recursos humanos.
Cohesión social
Inmigración, servicios sociales, servicios culturales y educativos, urbanismo, vivienda, participación ciudadana.
Identidad local e interculturalidad
Patrimonio cultural tangible e intangible, elementos de identidad, paisaje urbano y entorno, actividades inerculturales.
Medio ambiente
Patrimonio natural-litoral y zonas verdes, gestión de residuos, contaminación.
Infraestructuras urbanas
Regeneración urbana, viario urbano, energía, abastecimiento de agua, telecomunicaciones.
Gobierno de la ciudad
Escenario económico-financiero, patrimonio económico, gestión administrativa y de competencias, incorporación de TIC, otros estudios y planes.
Programas europeos
Programa operativo FEDER y FSE 2020-2027, Evaluación intermedia, indicadores de seguimiento.
Metodología
El Plan Estratégico de la Ciudad Autónoma de Melilla se desarrollará mediante una metodología de trabajo fundamentada en dos pilares interconectados que se retroalimentan:
1) Participación y Comunicación.
La procesos de participación y comunicación en el Plan deben aspirar a generar autonomía y autogestión. Los objetivos de la participación serán dos: conseguir que la ciudadanía se implique en el plan y lo haga suyo, de manera que el Plan refleje sus aspiraciones y anhelos; fortalecer el tejido social local y mejorar las relaciones colectivos sociales y culturales diferenciados.
Para que esto ocurra debe haber una comunicación horizontal, adaptada a los diferentes protagonistas de la participación, en especial a los más vulnerables. Comunicar no es solo tener la capacidad para emitir información, sino conseguir que la información tenga sentido para todos y todas y se involucren en el proceso.
2) Generación de información técnica.
La reflexión en la participación se nutrirá de la información técnica que se vaya generando durante el Plan. La información técnica identificará y analizará los diferentes componentes del desarrollo estratégico sostenible de Melilla, para que la ciudadanía esté en las mejores condiciones para tomar decisiones.
Metodología RENOCON
El proceso del Plan se desarrollará según el enfoque de la Metodología RENOCON de Desarrollo Territorial, que considera los 5 capitales territoriales y los procesos productivos y de bienestar, y que es consistente con los Objetivos de Desarrollo Sostenible 2030.
El capital territorial
En el Plan Estratégico de la Ciudad Autónoma de Melilla se plantea una aproximación al concepto de desarrollo sostenible como aquel que conserva e incluso incrementa el Capital Territorial, consiguiendo con ello no sólo incrementar el flujo de renta y empleo en el territorio mediante el aprovechamiento de recursos endógenos, sino que además garantiza la renovabilidad de dichos recursos e impide el consumo innecesario de los recursos no renovables.
Este propósito requiere la aplicación de las mejores técnicas de Inteligencia Territorial.
El capital natural es básicamente el medio ambiente y se define como el stock de bienes que provienen del medio ambiente (como suelos, microbios, fauna, atmósfera, los propios procesos, etc.) que en buena parte tiene capacidad de proveer de un flujo de bienes y servicios, pero que tiene un valor no reducible a los servicios ambientales.
El capital físico-construido es el conjunto de bienes que la humanidad ha ido acumulando en un territorio. En este caso se incluyen tanto las infraestructuras básicas como las edificaciones residenciales, los equipamientos públicos, las instalaciones productivas, los equipos de producción, los servicios públicos y consumo asociados a un territorio, etc. También incluyen aquí las transformaciones históricas del medio que han sido incorporadas al mismo, restos arqueológicos o acondicionamientos del medio agrícola para la producción.
El capital humano representa la capacidad de la población para afrontar procesos productivos y adquisición de mayores niveles de bienestar y calidad de vida. Se manifiesta en forma de aptitudes, conocimientos, capacidades laborales y salud pública que permiten a la población alcanzar sus objetivos. A nivel de hogares, por ejemplo, el capital humano es un factor que determina la cantidad y calidad de mano de obra disponible. Esto varía de acuerdo con el tamaño de la unidad familiar, con los niveles de formación, con el potencial de liderazgo, con el estatus sanitario, etc.
El capital social se corresponde con la capacidad de la sociedad de dar respuesta eficaz a sus necesidades y desarrollar sus anhelos. Hace referencia a la capacidad de la población como organización social de adaptarse a las realidades cambiantes. En grandes aglomeraciones urbanas este componente de capital suele estar muy deteriorado por la falta de confianza y la debilidad de las redes a ayuda mutua.
El capital de imagen se entiende como el reconocimiento de valor asociado a su identidad. El valor, el reconocimiento lo hace la sociedad, en función de sus atributos como espacio dotado de atractivo, como valor emocional positivo asociado a la marca territorial. Puede ser la sociedad propia residente en el territorio, en forma de sentimiento de pertenencia y de identidad grupal, o bien como marca territorial reconocible por otros territorios y que aporta valor a todo lo relacionado con el territorio de origen: turismo, productos alimentarios, aceptación positiva, etc.
Funciones territoriales
Teniendo en cuenta los capitales territoriales, y bajo los principios del desarrollo sostenible, la ciudad autónoma de Melilla necesitará desempeñar tres funciones básicas: 1) función de bienestar; 2) función productiva; y 3) salud ecológica del territorio.
La ciudad Autónoma de Melilla tiene la responsabilidad de garantizar bienestar a sus habitantes, mediante la provisión de vivienda, equipamientos y servicios públicos integrados, redes de distribución de alimentos y otros bienes. Estos procesos de bienestar han de ocurrir de manera sostenible, de manera que su metabolismo no exceda la capacidad del territorio. Las funciones residencial, de servicios, el consumo de agua y energía, o la gestión de residuos han de desarrollarse de manera equilibrada sin desbordar los límites de la biocapacidad del territorio.
El territorio ha proveer de medios de vida y oportunidades a sus habitantes. Melilla deberá ser capaz de utilizar el potencial de las personas activas para desarrollar procesos productivos ligados al territorio, como producir alimentos, bienes y productos transformados, o prestar servicios a sus habitantes y al resto de personas con quien se relacione, generando rentas que les permitan desarrollar sus capacidades en libertad y felicidad.
Salud ecológica del territorio
La sociedad melillense, como componente más del sistema vivo donde desarrolla sus funciones, tiene también la responsabilidad de preservar la salud ecológica del territorio. Esto implica preservar la calidad del aire, el agua, el suelo y mantener la biodiversidad.
Sostenibilidad
El Plan Estratégico de la Ciudad Autónoma de Melilla será sostenible si contribuye a que sus activos (el conjunto de sus componentes de capital) se incrementen, se garantice la renovabilidad de los recursos naturales, se incremente el flujo de renta y empleo que generan estos activos y, no se produzcan mermas en componentes de capital no renovables o insustituibles. Todo esto además ha de desarrollarse bajo el principio de inclusión social, de manera que se garantice que todas las personas tengan acceso a los recursos en condiciones de igualdad y justicia.
El Plan será coherente y alineado con 17 ODS de la Agenda 2030 de Naciones Unidas.